miércoles, 1 de diciembre de 2010

El valor de una segunda oportunidad

por José Daniel Quesada

¿Cuántas veces usted y yo hemos cometido errores, los cuales nos gustaría poder enmendar con una segunda oportunidad? Creo que todos, de una u otra manera, hemos pasado por esta experiencia, pero no siempre se nos da  una segunda oportunidad.

Hay un relato bíblico que me llama la atención en relación con este tema. Me refiero al altercado sufrido entre el Apóstol Pablo y su compañero de misiones, Bernabé.

En la iglesia de Antioquía, el Espíritu Santo reveló que Bernabé y Saulo (Pablo) habían sido escogidos por Dios para una obra (misión) especial. (Hechos 13:1-2) Los hermanos de la iglesia, después de haber ayunado y orado, impusieron las manos sobre ellos y los despidieron. (Hechos 13:3) De esta manera Bernabé y Saulo, emprendieron el primer viaje misionero, siendo acompañados por Juan como ayudante.

¿Pero quién era este Juan? Juan era un joven al que llamaban Marcos (Juan en Hebreo y Marcos en Latín) según leemos en Hechos 12:12, hijo de María, una de las tantas mujeres que se habían rendido al Señor y en cuya casa se reunían los hermanos (creyentes) para orar. Algunos aceptan que el joven al que se refiere el Evangelio de Marcos, que seguía a Jesús envuelto en una sábana, se trata de Juan (Marcos 14:51) El hecho de que Pedro se dirigiera a la casa de Juan, cuando fue liberado de la cárcel de manera milagrosa, demuestra la cercanía y amistad que había entre esta familia y el Apóstol. Pedro lo llama su hijo en I Pedro 5:13, a lo que es de suponer que se refiere a él como hijo espiritual.

Juan había acompañado a Bermabé su tío (Colosenses 4:10) y a Pablo, en su primer viaje misionero, pero "Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén." (Hechos 13:13) Las razones por las cuales Juan se regresa a Jerusalén, no están mencionadas en la Biblia, si me lo permiten, se puede conjeturar al respecto, puede ser que no le gustara ser visto solo como ayudante, deseando que lo tratasen de igual manera que a Pablo y Bernabé, o puede ser posible que por ser un joven, sintiera nostalgia por su madre y por su tierra, puede ser también que el viaje le resultara muy agotador, también es posible que los peligros de la misión lo acobardaran, cabe la posibilidad de que le ofendiera y asustara el trato de Pablo hacia él; su caracter inmadura aún puede haber chocado con el de Pablo, que era exigente y mandón, o a lo mejor dejó una novia y la extrañaba.  No sabemos a ciencia cierta la respuesta, lo cierto es, que se regresó. Este proceder de Juan, molestó mucho a Pablo.

"Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.
Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.
Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfília, y no había ido con ellos a la obra.
Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias." (Hechos15:35-41)

En el párrafo anterior, tomado de la Biblia, leemos como Pablo y Bernabé se separaron; para algunos, esto fue una gran pérdida, o sea, consideran que el poder de este dúo era mayor juntos que separados.  Desde mi punto de vista, creo que más bien fue una bendición. La Biblia nos enseña "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28) Podemos pensar que ante los ojos de Dios, no era su voluntad que este equipo se separara,  pero también podemos verlo, como que Dios ya sabia esto de antemano y estaba dentro de sus planes que así fuera. Para mí manera de verlo, el beneficio de la separación fue mayor que si hubieran permanecido juntos, explico: En lo concerniente al tema, Juan (Marcos) recibió de parte de su tío Bernabé, una segunda oportunidad, al permitírsele por parte de este último, el acompañarlo en su viaje misionero.  Por otro lado, Silas, que había sido escogido por los Apóstoles y la Iglesia de Jerusalén, para acompañar a Pablo y Bernabé en la comitiva que llevaría la resolución del Concilio en Jerusalén a Antioquía; tuvo la gran oportunidad de continuar al lado de Pablo y acompañarlo en su viaje misionero.

En vez de un viaje misionero de Pablo y Bernabé juntos, se dieron dos viajes; Pablo y Silas por un lado y Bernabé y Marcos por el otro, pudiendo de esta manera abarcar mayor cantidad de territorio en menor tiempo, confirmando a las iglesias. Pero lo que más me interesa recalcar, es el hecho de que el apoyo que le da Bernabé a su sobrino, dándole esa segunda oportunidad de hacer bien las cosas esta vez, fructifica en grandes cosas.  La experiencia vivida al lado de Bernabé y la madurez adquirida, le permitieron la sensibilidad  de poder ver la necesidad de los creyentes gentiles. Juan Marcos tuvo la gran oportunidad de haber escuchado directamente de Pedro las experiencias de éste con Jesús, luego de su tío y de Pablo, fue testigo de las cosas que el Señor hacía en los creyentes gentiles y cómo el poder del Espíritu Santo se derramaba en ellos. Todo este bagaje se capitalizó en la vida de Juan gracias a esta segunda oportunidad que se le dió, ya que de haber sido diferente, el joven podía haberse desanimado y pasar por la historia de la iglesia sin trascendencia.

Gracias a todo lo vivido y aprendido, Juan Marcos escribe el evangelio que lleva su nombre, si bien es cierto, técnicamente los evangelios son anónimos ya que el autor no se da a conocer, el testimonio claro y uniforme de los padres de la iglesia primitiva, otorgan la autoría de este evangelio a Juan, conocido como Marcos. Éste se considera, popularmente, como el primero de los evangelios escritos(1), Pero su aporte no se queda solo en la escritura del primer evangelio, si leemos las Epístolas del Apostol Pablo, encontraremos que el mismo apóstol reconoce el cambio habido en Juan Marcos.  En la Epístola de Pablo a los Colosenses, leemos: "Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle; y Jesús, llamado Justo; que son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo." (Colosenses 4:10,11) en el texto anterior podemos notar que Pablo vuelve a recibir a Juan Marcos y que le pide a la iglesia de Colosas que lo reciba, pese a que parece que antes el mismo Pablo había girado instrucciones para no hacerlo, posiblemente por el desacuerdo ya mencionado, nótese lo que Pablo escribe: "Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos"  seguido de la petición, "si fuere a vosotros, recibidle." deja ver como que antes no le recibían por mandatos que les habían dado, posiblemente del mismo apóstol.

Pablo, en su segunda carta a Timoteo, llega a considerar a Juan Marcos como útil para el ministerio.

    " Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio"    (2 Timoteo 4:11)


El mismo Pablo manda a llamar a Juan Marcos, pidiendo a Timoteo que lo traiga con él, aquel que antes había menospreciado, ahora lo consideraba útil para el ministerio, y todo esto gracias a esa segunda oportunidad que Bermabé le dio.

Pablo también llama a Juan Marcos su colaborador, en el final de la carta que el apóstol le escribe a Filemón, en la despedida Pablo escribe: "Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores." (Filemón 24)

Entonces vemos el valor de una segunda oportunidad, Juan Marcos pasó de ser un repudiado por Pablo, a serle útil al apóstol para el ministerio, a ser su colaborador y ser el primero en escribir el evangelio de Jesucristo, de dónde Mateo y Lucas lo tomaron e incorporaron a sus respectivos evangelios, obviamente usando también otras fuentes.

La próxima vez que alguien cometa un error, antes de juzgarlo y condenarlo, recuerde a Juan Marcos y a
Bernabé y esté dispuesto a brindar una segunda oportunidad.

Que Dios les bendiga!!!





1.- Biblia de Estudio Siglo XXI, pág. 1382 - Los Evangelios Sinópticos